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Mocos, nunca son pocos
Si me hubieran dicho que la segunda entrada del blog trataría sobre mocos, nunca lo hubiera creído. ¿Quién va a escribir sobre un simple constipado? Pues yo, aquí y ahora, con un paquete de pañuelos al lado del portátil. Siempre pasa lo mismo, un día cualquiera oyes dos o tres estornudos en casa y piensas… Nah, será algo puntual, no puede ser un constipado… Error. Alguien se está empezando a poner malo, pero no quieres asumirlo. Hasta hace años esto era una putadilla, pero desde que la familia creció esto no son putadillas, sino pesadillas.